diciembre 5, 2024
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El coordinador de la agencia de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) en Nigeria, Mohamed Malick Fall, condenó este domingo los atentados suicidas con explosivos perpetrados en la noche del sábado en el estado de Borno, en el noreste del país, en los que han muerto al menos 18 personas.

Estoy horrorizado por este ataque contra la población civil y condeno tales actos en los términos más enérgicos. Me solidarizo con el Gobierno de Nigeria y con las familias y comunidades de todos los afectados“, declaró Malick Fall en un comunicado difundido por la OCHA.

El jefe de la oficina de la ONU en Nigeria instó a las partes en conflicto a cumplir con el derecho internacional humanitario y, por tanto, a proteger a la población civil, ya que, recordó, en estos ataques han muerto “decenas de personas, entre ellas niños, mujeres y hombres“.

Asimismo, ofreció a las autoridades nigerianas “todo el apoyo que Naciones Unidas y la comunidad humanitaria puedan prestar para ayudar a las víctimas“.

Al menos 18 personas han muerto y más de 40 han resultado heridas en varias explosiones suicidas en un funeral y en una boda en el área de gobierno local de Gwoza, en Borno, así como en los alrededores del hospital general.

Además, más de 40 personas están siendo atendidas por los servicios sanitarios, entre ellas 19 heridos graves, que fueron trasladados con escolta militar al hospital de Maiduguri, capital del estado, a unos 130 kilómetros de Gwoza.

Se trata del primer atentado cometido este año, tras meses de tregua, en Borno.

El noreste de Nigeria es blanco de ataques de Boko Haram desde 2009, una violencia que se agudizó a partir de 2016 con la aparición de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP).

Ambos grupos buscan imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.

Boko Haram y el ISWAP han matado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos gubernamentales y de las Naciones Unidas.

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