enero 8, 2025
imgNota587

Por Luis Martínez Alcántara

Los sistemas de salud en América Latina enfrentan una crisis alarmante, marcada por la falta de recursos y el impacto devastador de la pandemia de COVID-19. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la crisis sanitaria dejó cerca de tres millones de muertos en la región y ha revelado las profundas debilidades estructurales existentes. 

A pesar de que se recomienda un gasto público del 6% del PIB en salud, el promedio en 2019 fue solo del 3.8%, lo que refleja un subfinanciamiento crónico que afecta gravemente la calidad y accesibilidad de los servicios.

La segmentación y fragmentación son características clave de los sistemas de salud latinoamericanos. Estos se dividen en tres segmentos: el sistema público, que atiende a la población vulnerable; el sistema social, destinado a trabajadores formales; y el sistema privado, que beneficia a los sectores más acomodados. Esta estructura genera desigualdades significativas y limita el acceso universal a servicios de salud adecuados. La falta de coordinación entre estos sistemas complica aún más la situación, resultando en un acceso desigual a atención médica.

El panorama se agrava con problemas comunes como el financiamiento escaso, demoras prolongadas para recibir atención médica y protestas frecuentes por parte del personal médico debido a salarios bajos y condiciones laborales deficientes. En países como México, hasta un 30% de la población carece de acceso a servicios de salud, mientras que en Venezuela, alrededor del 80% depende del sistema público, que enfrenta severas carencias. Estas condiciones han llevado a un colapso progresivo en la capacidad de los sistemas para atender las necesidades básicas de salud.

A pesar de estos desafíos, algunos expertos consideran que la pandemia también abrió una “ventana de oportunidad” para reformar los sistemas hacia modelos más universales y equitativos. La digitalización impulsada por la crisis sanitaria podría ser clave para mejorar el acceso a servicios, especialmente en áreas rurales donde las brechas tecnológicas son significativas. Sin embargo, es fundamental contar con personal capacitado para implementar estas herramientas digitales efectivamente.

 

 

 

About The Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *