Por Luis Martínez Alcántara
CIUDAD DE MÉXICO.- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que las labores domésticas y de cuidado no remuneradas en México equivalen al 26.3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Este porcentaje se traduce en un valor económico de 8.4 billones de pesos (aproximadamente 420,000 millones de dólares). Esta cifra ha aumentado en comparación con el año anterior, cuando estas actividades representaban el 24.3% del PIB.
En un análisis más detallado, se destaca que las mujeres son las principales aportadoras a este valor, con una participación del 71.5%, mientras que los hombres contribuyen con solo el 28.5%. En términos monetarios, si estas labores fueran remuneradas, las mujeres recibirían un salario promedio de 7,248 pesos mensuales, frente a los 3,040 pesos que percibirían los hombres.
El informe del Inegi también revela que las mujeres dedican un promedio del 63.7% de sus horas laborales a tareas domésticas y de cuidado, en contraste con el 27.9% de los hombres.
Este patrón sugiere que las responsabilidades del hogar recae desproporcionadamente sobre las mujeres, quienes aportan aproximadamente 2.5 veces más valor económico que sus contrapartes masculinas. Este fenómeno se ha visto exacerbado por la pandemia de COVID-19, que incrementó notablemente la carga de trabajo no remunerado en los hogares.
Las actividades más representativas dentro del trabajo no remunerado incluyen el cuidado y apoyo (24.5%), limpieza y mantenimiento (23.8%), y alimentación (21.9%).
A pesar de que ambos géneros participan en estas tareas, las mujeres dominan en áreas como la preparación de alimentos y el cuidado de la ropa, mientras que los hombres tienden a involucrarse más en la administración del hogar y compras. Esta división refleja patrones culturales arraigados que perpetúan la desigualdad en la carga laboral.
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