
Por Luis Martínez Alcántara
La presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump acordaron prorrogar por 90 días la imposición de nuevos aranceles del 30 % a productos mexicanos, cuya entrada en vigor estaba prevista para el 1 de agosto. El acuerdo se cerró tras una llamada telefónica que ambos calificaron como “muy buena”, evitando aumentos inmediatos en tasas arancelarias.
Sheinbaum celebró la prórroga como resultado de una estrategia de diálogo eficiente que protege los intereses de México. La medida mantiene vigentes los aranceles actuales del 25 % sobre automóviles y productos relacionados con el fentanilo, así como del 50 % sobre acero, aluminio y cobre. Este paso brinda un nuevo margen para avanzar en negociaciones comerciales más amplias.
Destacó que el acuerdo protege la integridad del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), al asegurar que las exportaciones que cumplen las reglas de origen continuarán exentas de tarifas adicionales. Según la Secretaría de Economía, aproximadamente el 85 % de las exportaciones mexicanas cumplen con el tratado.
La presidenta aseguró que no hubo concesiones y que México mantiene uno de los accesos preferenciales más sólidos al mercado estadounidense. Sheinbaum también se comprometió a eliminar barreras comerciales no arancelarias.
Por su parte, el secretario de Economía Marcelo Ebrard calificó el acuerdo como un logro muy importante y destacó que se alcanzó sin ceder en condiciones fundamentales. Afirmó que México trabajará durante los próximos 90 días en un acuerdo de largo plazo con EU apuntando a resolver temas fronterizos, de seguridad y comercio.
Trump justificó el aplazamiento argumentando la “complejidad” de la situación comercial y fronteriza con México, y reconoció que ambos países aún tienen diferencias que deben resolverse y aseguró que el diálogo con Sheinbaum fue productivo y que se avanzará hacia un acuerdo más integral.